jueves, 23 de junio de 2011

Recompensa Total

Con la visión en la estrategia de Recompensa total, se delinean técnicas y metodos que modelan las conductas acorde con los patrones de comportamiento y los valores de la empresa a los fines de planificar, coordinar y desarrollar el

Reconocimiento hacia la Excelencia:

El reconocimiento hacia la excelencia es un mecanismo de alineación con las estrategias para apalancar y potencializar conductas de alto desempeño, demostrado con logros extraordinarios. El objetivo está en comunicar de forma explícita ante el colectivo,   las prácticas e indicadores que aplican y que contribuyen a modelar competencias y actitudes que se traducen con  resultados tangibles, de alto impacto. El programa se gestiona con base en los principios de equidad y justicia mediante estándares de medición de esfuerzos tangibles en la consecución y la materialización  de: Innovaciones, mejoras u optimización de productos, servicios y/o procesos; con alto valor agregado hacia la gestión de la institución.

En esta primera década del siglo XXI es clave la gestión del conocimiento y la diversidad cultural en ambientes de revolución tecnológica que requieren de inversión con esfuerzos, recursos y tiempo para consolidar culturas de alto desempeño con valores y actitudes  flexibles, efectivas y dispuestas para enfrentar y asumir  los cambios continuos e inclusive, la transformación. Estos nuevos paradigmas requieren de métodos e  incentivos que motiven conductas hacia la  excelencia para asumir los retos y desafíos del futuro, cada vez más exigente y competitivo.

La complejidad de estos tiempos,  requieren de prácticas, ritos y programas que contribuyan con el desarrollo y fortalecimiento de las capacidades, adecuadas y acordes con la cultura y los valores del entorno, coherentes y consistentes con la visión,  que responda a las expectativas del colectivo a fin de impulsar conductas que inspiren e impulsen la motivación. La eficiencia está en calibrar y sincronizar modelos que permitan apalancar las estrategias que coadyuven con la reinvención y fortalecimiento de nuevos mapas mentales que impulsen estándares hacia el colectivo.

De cara al futuro, las instituciones públicas y privadas, con fines y sin fines de lucro, deben demostrar apego, coherencia y consistencia hacia los valores de responsabilidad, compromiso e integridad hacia los colaboradores, el colectivo organizacional y la sociedad, con programas que impulsen el desarrollo y fortalecimiento del talento humano. Esto va más allá del ámbito de las organizaciones y se integra con el contexto nacional y global, a través de la cadena de valor que suma proveedores, clientes y comunidades, lo cual demuestra compromiso social.

La participación de proveedores con la alineación de estándares y la búsqueda de valor agregado así como espacios para escuchar la voz de clientes, permiten evaluar el diseño y desarrollo de nuevas prácticas que refuerzan conductas hacia el compromiso con el desarrollo e implantación de estrategias del negocio. Estas aristas permiten integrar lo interno con lo externo a fin de facilitar la ampliación de su alcance hacia esfuerzos de cooperación con la innovación.

La innovación aporta valor con productos, procesos y servicios que impulsan la calidad de la gestión, sumando ventajas competitivas ante el mercado. Máxime con la aplicación efectiva del conocimiento, que despliega con la creación, el objeto del reconocimiento, no sólo en lo personal sino en lo colectivo. Esta acción impacta desde la percepción de autorrealización personal hasta el prestigio de equipos de trabajo que demuestran actitudes y aptitudes con altos estándares de desempeño. Con visión holística, las estrategias de difusión contribuyen con el posicionamiento del prestigio organizacional por la gestión de su gente, que cuenta con capacidades que resaltan los atributos del Talento Humano de colaboradores, diferenciados por los estándares de productividad, eficacia, eficiencia y efectividad como parte de su quehacer organizacional y cultural.

La visión ante el futuro nos obliga a delinear, desarrollar y consolidar culturas de trabajo hacia la innovación, esta búsqueda no debe ser una opción sino una obligación para lograr la verdadera sustentabilidad ante la rapidez de los cambios que inciden en proveedores, clientes, tecnologías, así como, con relación a las empresas de la competencia. La complejidad sumada al caos y situaciones impredecibles, requieren de esfuerzos orquestados y sincronizados con prácticas de excelencia que contribuyan al desarrollo de capacidades que estén constantemente en la búsqueda y creación de nuevas prácticas.

La cultura de la innovación demanda de modelos que integren desde el orden estratégico, estilos de liderazgo que faciliten la transformación,  con principios y valores que modelen e impulsen la excelencia con prácticas de desarrollo, autonomía y libertad, que evidencien la efectividad del mismo con el logro desde pequeñas innovaciones (crecimiento, mejoramiento, maximización de la calidad) así como con logros que lleven a la no continuidad con acciones disruptivas.

La tendencia llevara a las empresas exitosas del hoy pero con perfiles y culturas reactivas hacia el contexto y la competencia, a situaciones de entropía y crisis dado que  su sustentabilidad competitiva puede verse comprometida al no contar con estilos de liderazgo, valores y competencias para respondan ante el futuro, que demanda visión hacia la creación.

Las conductas claves que impulsan la excelencia están relacionadas a las actitudes de emprendimiento  que asumen con velocidad y ritmo rápido, la adaptación ante el cambio, esto permite respuestas efectivas ante los objetivos empresariales que integran en su diseño sistémico, estructuras horizontales, sincronizadas por proceso con esquemas de gobierno empresarial, descentralizados. Desarrollar capacidades creativas, demandan modelos de gestión de capital humano hacia la autogestión de colaboradores que entienden, comprenden, participan y se involucran, con las estrategias del negocio que adquieren en esta dinámica, vida propia.

Es básico el respeto hacia las ideas que permitan la capitalización del aprendizaje ante los errores, las acciones fallidas nos llevan al éxito siempre y cuando el espíritu de esfuerzo con entusiasmo no se pierda. Hay que gestionar la emocionalidad como la energía  que impulsa la innovación en ambientes y culturas flexibles. Las empresas no innovan, esto lo hacen y lo logran a través de su gente. El verdadero protagonista de estos tiempos son las personas y por ende, el humanismo como corriente cobra fuerza e importancia en este siglo.

Los líderes transformadores tienen la responsabilidad de capturar el pensar, sentir y hacer de sus colaboradores para lograr resultados con personas que demuestren su talento humano integrado a la cultura y los valores del negocio que apuesta en la construcción y redefinición constantemente del futuro

Estamos migrando a nuevos conceptos y modelos empresariales desde la industria centrada en la producción hacia la era de la comunicación de procesos sociales que inciden en la evolución continúa de estrategias de información, que transformen en conocimiento aplicado y se integren en contextos globalizados y diversos. La revolución digital, las tecnologías y redes sociales, ejercen presión hacia la apertura y flexibilización de las estructuras  organizacionales que deben reinventar nuevas formas de comunicación con el entorno y que contribuyan con la motivación y filiación de las nuevas generaciones que se han incorporado al mundo del trabajo, con nuevos paradigmas, que demandan innovación en el diseño y promoción de programas de reconocimiento, que incidan en las percepciones de autorrealización personal así como ante redes y círculos de interés  integrados.

El reconocimiento hacia la excelencia debe comprender:
  • Los estándares de alto desempeño e impacto, aplicados en el reconocimiento. El premio debe estar alineado con la naturaleza de la institución y los logros responden al cumplimiento de la misión, visión y valores del negocio.
  • Áreas de interés hacia el desarrollo empresarial, crecimiento o de redefinición de estrategias
  • Visión holística, integral e integrada de la gestión de capital humano que valora desde el desempeño estratégico, organizacional y de colaboradores, así como los aportes de líderes y equipos
  • Lograr la difusión y comprensión efectiva, con los planes de comunicación que integren espacios hacia las encuestas y opiniones sobre las percepciones del colectivo que permitan  alinear con visión progresiva, las expectativas con las estrategias del negocio para desarrollar y consolidar capacidades de aporte creativo e innovador.
  • Diseñar un menú flexible de incentivos que integre en su diseño las expectativas con diferencias perceptibles entre los tipos y niveles de reconocimiento
  • Evaluar y validar con juicios de expertos, la selección y determinación de los galardonados.
  • Comunicar e invitar a los premiados con la flexibilidad de asistir con sus familiares o grupos de interés social.
  • Reconocer en acto público con la presencia de presidentes, directivos, gerentes y líderes del negocio ante todos los colaboradores de la organización

Las prácticas de excelencia están vinculadas con esfuerzos de inversión en capacitación e investigación y desarrollo para integrar con visión sistémica y holística,  modelos y planes de negocio, con la gestión del talento humano, a fin de calibrar con las estrategias, las dinámicas de captación, retención y desarrollo de colaboradores, con actitudes y pensamiento flexible ante diversidad cognitiva y el cambio, que sumado al acompañamiento de lideres transformadores, logren la revolución cultural que facilite  la búsqueda y  filiación de trabajadores de alto desempeño.

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