sábado, 11 de junio de 2011

El arte de ejercer el liderazgo

Los cambios constantes y disruptivos de estos tiempos, demandan el desarrollo de capacidades hacia la reinvención y surgimiento de nuevos paradigmas en el arte de ejercer el liderazgo en contextos globalizados e interconectados. Los negocios ante estas circunstancias, requieren de acciones inmediatas para aprovechar las oportunidades y minimizar las amenazas con estrategias orientadas a maximizar las fortalezas hacia el posicionamiento competitivo de la gestión empresarial.

Estudios de entorno y monitoreo constante y permanente de los acontecimientos en el mundo y en sus respectivas localidades así como de la competencia, sigue siendo y aun más en estos tiempos, un insumo permanente a considerar en la agenda de todo líder a los fines de ajustar o reajustar los planes con visión estratégica global y nacional a objeto de ejercer en el arte de la dirección y la gestión, ejercicios de visualización  e imaginación integrando diagnósticos  comparativos, así como las opiniones de expertos externos e internos de la propia compañía para reinventar, ajustar, o hacer más competitivos los estándares de desempeño de la organización con visión 360°.

Los líderes actuales deben demostrar sin perdida de tiempo el dominio de las circunstancias con flexibilidad y con acciones de implantación inmediata que reflejen, una clara comprensión de los nuevos paradigmas de la sociedad de consumo ante las ciudadanas y ciudadanos en el mundo que como producto de las crisis económicas, la diversidad multicultural, la pérdidas de empleo e incremento del empleo informal con repercusiones en los indicadores de calidad vida, han modificado el perfil de consumo. Entre estos consumidores, no podemos perder de vista las nuevas generaciones (Generación Y) que se han ido incorporando de forma progresiva a la fuerza de trabajo económicamente activa y que han encontrado frente a estas circunstancias, frenos que inciden en el confort y el equilibrio que habían logrado. Sin embargo la generación Y  por sus habilidades sociales, uso y aplicación de las tecnologías así como,  de pensamiento flexible e innovador ante el mundo globalizado, están en capacidad de apalancar estrategias de cambio con visión de avanzada.

Del aprendizaje en los tiempos de la bonanza, así como de la recesión  y sus diferencias con las circunstancias actuales, nos lleva a buscar mecanismos para producir mas con menos en contextos complejos e inciertos que están generando situaciones de shock y desconcierto por las implicaciones en la estabilidad y sustentabilidad de los negocios. Frente a estas circunstancias y aunque no haya  claridad para visualizar el final y cierre de esta crisis,  es apremiante para los líderes realizar ejercicios de introspección y autoevaluación a objeto de balancear con la visión, el perfil de competencias, habilidades y destrezas a través de actitudes que demuestren el coraje, seguridad, ponderación, pasión y coherencia de estilos y comportamientos para comunicar con claridad, la dirección del negocio, con el propósito de inspirar y motivar a todos los colaboradores a participar y asumir el compromiso.

La clave está en la integración, participación y alineación de todos los colaboradores a los fines de generar el compromiso bajo técnicas de asociación. El líder debe lograr una clara comprensión de las perspectivas y sus dimensiones con el despliegue de las metas a objeto de concretar el plan operacional con técnicas metodológicas que integren en la gestión, los compromisos con medidas de desempeño hacia la consecución de logros. En esta dinámica, el líder debe ser receptivo y consecuente para escuchar, comprender, monitorear y dar feedback a los fines de contribuir con la autorrealización de todas y todos en el ámbito de la productividad laboral. En este contexto, es básica la consideración y delineación de los programas de reconocimiento e incentivo (énfasis en compensación variable) para fortalecer la inspiración inicial y por ende, motivar hacia la consecución de metas con la  convicción, certeza y seguridad de obtener el reconocimiento justo y con equidad, fundamentada en el nivel de responsabilidad, esfuerzo e impacto así como, con las capacidades demostradas, en igualdad de condiciones y oportunidades.

Las mejores prácticas han demostrado que los métodos de equipos de alto desempeño se fundamentan en compromisos con altos estándares,  motivados por la convicción e inspiración de superar con creces las metas organizacionales. He allí la clave hacia la excelencia y por ende, la superación de todos los obstáculos. La fórmula de la excelencia debe configurarse desde la filosofía, cultura, modelo y métodos de la gestión humana para garantizar estándares en la captación, retención, motivación y reconocimiento a fin de proteger al talento y fortalecer al Capital Humano como el activo más valioso con que cuenta cada organización. Inclusive en momentos de reducción de la plantilla, los directivos y líderes lo deben hacer con objetividad, justicia, respeto y consideración del impacto de esta ruptura no sólo hacia quienes deben irse sino a quienes se quedan. Prácticas de cara a cara contribuyen con el mantenimiento y consolidación de un clima organizacional sano y productivo.

En este orden de ideas el ejercicio del liderazgo de estos tiempos demanda:

  • Demostrar una gran maestría humana y de pensamiento amplio con profesionalismo en el balanceo de los estilos de ejercer el liderazgo. Estos estilos abarcan desde el visionario, afiliativo, democrático así cómo, el ejercicio de los  roles de facilitador del cambio y coaching hacia el desarrollo organizacional.

  • Calibrar con los estilos de liderazgo, el entusiasmo y una clara comunicación de pensamiento amplio y con visión de futuro a través del plan asumido ante la empresa y su gente así como, hacia clientes y proveedores, para motivar y lograr entre los colaboradores, la participación y la convicción para asumir con el pensar, hacer y sentir, el compromiso.


  •  Demostrar coherencia y consistencia de estilos, actitudes y conductas tanto en situaciones positivas como en las adversas.

  • Aplicar con la visión estratégica de las finanzas y acorde con la realidad, acciones de reducción de gastos que no agregan valor y que demuestran el esfuerzo y sacrificio desde el más alto nivel de la organización a los fines de flexibilizar y obtener una mayor liquidez ante los planes del negocio.

  • Lograr con las estrategias de dirección y direccionalidad, el cumplimiento de la misión con altos estándares ante los desafíos para apuntalar la consecución progresiva de la visión en ambientes mas innovadores con la aplicación y desarrollo de nuevas tecnologías en pro del fortalecimiento del conocimiento del negocio para mejorar e innovar en los procesos, productos y servicios de forma constante, así cómo el desarrollo de la responsabilidad social;  con base en equipos de alto desempeño para posicionar en un segmento superior, el nivel de competitividad del negocio.

  • Diseñar e implantar nuevas estructuras organizativas más eficientes y flexibles  para responder ante los retos y cambios con rapidez y efectividad, con oportunidades de desarrollo y fortalecimiento del capital humano con alternativas de crecimiento ascendente y progresión de puestos y roles de forma horizontal.

  • Conocer a sus colaboradores, perfiles, capacidades, fortalezas y aspectos a mejorar para planificar conjuntamente con Gestión Humana los planes a corto, mediano y largo plazo

  • Orquestar el plan de gestión con base en el consenso para integrar con armonía en la  dinámica empresarial los recursos, factores y colaboradores.


  • Considerar el valor  del tiempo para asumir con rapidez pero con tranquilidad los planes ante las oportunidades que se vislumbran en la consecución de las acciones de cambio y redireccionamiento con estándares de eficiencia, efectividad y productividad en los procesos, recursos, productos y servicios

  • Involucrar y respetar a todas y todos los colaboradores con base en los lazos de la confianza, el compromiso y la lealtad para impulsar el cambio en la dirección asumida.

  • Demostrar y modelar los principios éticos que generen el respeto, la confianza y la convicción hacia su persona

  • Valorar a los clientes a los fines de no perder el foco e importancia de sus necesidades. La clave del mercadeo y la rentabilidad, está en atraer, mantener y lograr estrechar los lazos de fidelidad de clientes. En esta línea es recomendable hacer esfuerzos de reducción de costes sobre factores que no aportan o es imperceptible el valor hacia los clientes.

  • Reconocer el esfuerzo en la gestión sobre la dinámica de los avances para impulsar y apalancar la motivación del colectivo organizacional con espacios desde lo individual hasta lo colectivo (equipos, unidades, gerencias, departamentos) con claras medidas de reconocimiento y diferenciación de los perfiles de alto desempeño.

  • Considerar en sus respectivas agendas los espacios para aprender y reflexionar sobre la dinámica y además ser capaz de tolerar no sólo los errores propios sino de otros, para sacar las lecciones aprendidas y superar e impulsar la participación a los fines de facilitar la incorporación de nuevas ideas para innovar en productos, servicios y procesos

  • Establecer mecanismos de comunicación de 360° (clientes, proveedores, inversionistas, trabajadores) que coadyuve con el control y seguimiento constante como el vector que impulsa la excelencia en el desempeño con medidas claras y precisas de las responsabilidades de cada quien y cada cual en los indicadores de retorno de las ventas, crecimiento de los ingresos, eficiencia y rentabilidad.

  • Demostrar con hechos los avances y comunicar los logros sobre la dinámica con el reconocimiento de los esfuerzos para impulsar la motivación y credibilidad hacia la consecución de la visión.

  • Modelar el compromiso social con responsabilidades y aportes hacia las comunidades no sólo en lo económico sino en indicadores de desarrollo humano y de contribución con la disminución de los efectos de invernadero y la contaminación del planeta. Estos esfuerzos deben estar integrados con los valores de la cultura de la organización.

Es el momento y la oportunidad para desplegar las capacidades como líder para demostrar con logros sus fortalezas y superar la prueba de la adversidad con base en el compromiso que ha asumido con el país, el negocio y su gente a través de planes estratégicos y operativos  que coadyuven con la autorrealización del ser (educación y desarrollo), hacer (compromiso y cumplimiento de las responsabilidades) y estar (bienestar, equilibrio, calidad humana) de sus colaboradores  con estadios de motivación e inspiración que integren e involucren el sentir (corazón) y pensar (mente, creatividad e innovación) con la seguridad de llegar a la meta y lograr el posicionamiento en segmentos mas competitivos. En la adversidad están las verdaderas oportunidades para maximizar las potencialidades de desarrollo y crecimiento no sólo de orden económico sino en lo humano, ecológico y político, hacia una sociedad más justa y sustentable.

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