En la búsqueda de modelos y mecanismos eficientes y efectivos en la gestión productiva empresarial, he observado las ventajas y oportunidades que ofrece el modelo del cooperativismo, en estos tiempos que demandan una mayor conciencia y responsabilidad ante la creación de riqueza que es distribuida con equidad y que contribuye con el desarrollo de sueños, inspiraciones y visiones compartidas, fundamentadas en la justicia y solidaridad.
Entre las experiencias inspiradoras por su éxito, es recomendable hacer referencia al modelo de Mondragón Corporación Cooperativa como un ejemplo del cooperativismo en el mundo que ha expandido su gestión empresarial a otros contextos.
En este sentido, es oportuno conocer los atributos del modelo que nos permitan visualizar la oportunidad de maximizar el potencial del cooperativismo empresarial, cuya condición de éxito depende de la cultura y los valores, intrínsicos a su naturaleza y demostrados con solidez y arraigo entre las personas que así lo han conformado.
La filosofía del cooperativismo es una forma de vida y de trabajo colectivo inspirada por sus fundadores o miembros cooperativistas a los fines de construir y desarrollar proyectos empresariales compartidos y productivos con base en una dinámica de trabajo participativa y de libre adhesión. El valor fundamental está en la educación como el proceso transversal que impulsa la transferencia del conocimiento a todos sus miembros de forma permanente y constante, el aprendizaje es la base del desarrollo organizacional de esta visión compartida.
En la cultura colectiva del modelo, la soberanía del trabajo es otro de los valores fundamentales, representa la pertenencia del proyecto empresarial compartido y con cuyo ejercicio, se generan oportunidades de desarrollo integral desde lo humano hasta lo profesional.
El éxito o el fracaso del emprendimiento cooperativista está asociada a la cultura y los valores del sistema con estándares de excelencia, demostrados por la vocación del colectivo de generar con calidad: procesos, productos y servicios. Este entramado organizacional permite el desarrollo productivo desde pequeños grupos cooperativistas hasta grandes industrias con alcance y reconocimiento internacional.
El modelo se construye y consolida con base en:
· La definición de un proyecto compartido de personas en cooperación con igualdad de derechos
· Planes estratégicos definidos: Misión, Visión y Valores
· Cultura de trabajo compartida e internalizada que identifica una manera de pensar, vivir y actuar conforme a los valores del cooperativismo
· Valores compartidos de:
o Soberanía en el trabajo, es el derecho de propiedad demostrado con el aporte de la fuerza de trabajo
o Democracia organizativa, todos participan en igualdad de condiciones y oportunidades en la toma de decisiones colectivas
o Libre acceso y adhesión voluntaria, el aporte, es el trabajo que impulsa el crecimiento y desarrollo integral
o Solidaridad, la riqueza se distribuye con equidad permitiendo medios dignos de vida a sus asociados y la familia, así como la comunidad.
o El capital tiene carácter instrumental y está subordinado ante la fuerza de trabajo
o Educación hacia el desarrollo constante personal y profesional
o Transformación social, la búsqueda de una sociedad más libre, justa y solidaria.
· Orientación al cliente, con esfuerzos para demostrar el valor agregado por la calidad, los costos, la eficiencia y la efectividad, en los productos o servicios ofertados
· Los nuevos ingresos o nuevos miembros que se sumen por libre adhesión, deben pasar por procesos y programas de inducción y aprendizaje sobre el modelo de producción cooperativista.
· El diseño de la arquitectura organizacional debe estar en armonía con el colectivo y acorde con el aporte de sus miembros.
· Con el progreso y ampliación del entramado productivo, se generan nuevos empleos con la presencia de miembros cooperativistas que abarcan desde los fundadores hasta nuevos integrantes, así como nuevos trabajadores que aceptan, entienden y se comprometen con esta forma de vida.
· Los miembros cooperativistas no perciben salarios sino anticipos de consumo a beneficio o perdida, suficiente y acorde con la condiciones de la cooperativa
· Las prácticas de compensación total hacia los trabajadores de empresas cooperativas, se fundamentan en la solidaridad retributiva y se gestionan con base en políticas, esquemas y mecanismos de:
o Compensación fija, con base en la responsabilidad del puesto (equidad interna) y con rangos de administración para reconocer perfil y desempeño.
o Compensación variable con base en el desempeño de los equipos de trabajo en el logro de los objetivos.
o Los beneficios aplican a todos por igual
· La dinámica laboral se desarrolla por equipos de trabajo. El diseño de las oficinas de modelos exitosos, son espacios abiertos y compartidos donde los líderes se involucran y forman parte de los procesos productivos.
· Equipos de trabajo autogestionados y con acceso a toda la información, permiten maximizar el potencial con puestos solapados que facilitan la transferencia del conocimiento y estimulan la creatividad e innovación.
· El número de integrantes de los equipos de trabajo oscilan entre 11 a 14 miembros para garantizar la eficiencia y efectividad de la gestión.
· La práctica de aprendizaje continuo se fundamenta en metodologías de modelos pedagógicos que llevan a la reflexión y construcción mental de experiencias válidas e integradas que conectan el hacer y el pensar a los fines de ajustar el quehacer, sobre la dinámica.
· Con la madurez organizacional se integran modelos de evaluación con visión 360 grados, la educación y el desarrollo forman parte de la cultura organizacional que propicia equipos de trabajo sólidos con estándares de alto desempeño, autodirigidos, motivados e impulsados hacia el logro de los objetivos
· La estabilidad en el empleo con opciones de desarrollo y crecimiento acorde con las dimensiones de la empresa. Las grandes corporaciones del cooperativismo en el mundo hacen cambios con movimientos de personal que permiten reducir líneas de producción o ampliación de otras, de acuerdo con las necesidades, condiciones financieras y oportunidades que integran desde lo social hasta lo económico.
· Los trabajadores cooperativistas son los dueños del proyecto dado que está al alcance de todos en virtud de la conciencia y compromiso de la misión cooperativa y con la visión hacia el desarrollo con crecimiento.
Con la suma de los indicadores de excelencia de los modelos del cooperativismo exitoso observamos la integración de todas las aristas de desarrollo y crecimiento en lo social y humano como un modelo socioeconómico con carácter empresarial, inspirado por y para las personas, con base en el compromiso con el entorno, la mejora competitiva y la satisfacción del cliente, para generar riqueza en la sociedad mediante el desarrollo de organizaciones prósperas que permitan la creación de empleos con compromisos de solidaridad y con métodos democráticos de participación e integración de la gestión hacia el proyecto común de propiciar el progreso social, empresarial y personal.
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