lunes, 4 de julio de 2011

Reflexiones sobre la revolución del conocimiento

Con la digitalización progresiva y exponencial, de fuentes bibliográficas con información, estudios, proyectos y avances científicos  al alcance de todos los ciudadanos del mundo, a lo largo y ancho del planeta, está gestando la transformación de la educación.

El sistema tradicional, presencial y con estrategias y programas de evaluación para medir la captación de información de parte de los estudiantes, es historia, el joven de hoy está en constante búsqueda de información que analiza, interpreta y evalúa, generando sobre la dinámica sus propios juicios de valor. Esto es posible con la revolución del conocimiento, producto de los avances y usos del Internet, no sólo desde el punto de vista informativo sino que, por efectos y efectos del cambio en los hábitos de formación,  está gestando el surgimiento de nuevos paradigmas en las generaciones del mañana.

Ya no podemos seguir pensando con los hábitos y costumbres del pasado, para enfrentar y confrontar el presente a los fines de construir, la visión del futuro. El futuro, demanda y requiere de nuevos hábitos que observamos en los preludios de la vida cotidiana, presente en las nuevas generaciones.

Es visualizar con creatividad e innovación los nuevos métodos de formación  que deben implementar sin pérdida de tiempo los sistemas educativos en el mundo para generar sobre las prácticas evolutivas, la visión hacia la gestión del cambio de todos los centros de enseñanza.

Esta transformación está sujeta a la inversión, disposición y alcance de las tecnologías en el mundo, lo cual no es homogénea y sus indicadores son variados.

No será igual la transformación de la educación en los países desarrollados en comparación con las economías emergentes y entre estas, las que no han avanzado y de las cuales,  encontramos bajos indicadores de aplicación y uso de las nuevas tecnologías. Dinámica que requiere esfuerzo e inversión con la capitalización del desarrollo humano para luego con acciones de crecimiento y transformación, se gestionen los cambios académicos.

La clave de esta dinámica está en la base de valores; hoy más que nunca se hace imprescindible para la sustentabilidad y sostenibilidad, el desarrollo de la conciencia con responsabilidad y compromiso ético y transparente para construir un mundo más autentico, humanista y sensible ante los padecimientos de las ciudadanas y ciudadanos del mundo y por supuesto para con  el ambiente.

El indicador hacia la transformación de la educación está en los valores, hacia el autentico desarrollo del conocimiento en todos planos del saber con conciencia ética, a los fines de generar riqueza y prosperidad con acciones, sistemas y prácticas más sustentables y sostenibles, que permitan calibrar su viabilidad ante el mantenimiento y preservación del ecosistema local, regional y por supuesto el global.

El planeta es un todo integrado y cualquier efecto y consecuencia por más apartado que esté, tiene y tendrá repercusiones en el presente y el futuro.

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