Redactado por Milagro Ropero de Barrasso
Publicado en diferentes plataformas digitales,9 de Mayo 2018
En los treinta años de experiencia laboral en el occidente he visto cómo las diferentes olas, cambios, revoluciones y transformaciones, llevan a nuevas prácticas, que exigen revisar constantemente nuestro hacer y quehacer para lograr estándares de gestión competitivos, oportunos y efectivos, ante entornos cada vez más inciertos, turbulentos y volátiles.
Esta dinámica de grandes presiones en un mundo globalizado, nos llevan a vivir experiencias personales y laborales, en la cual no hay fronteras y a veces, los rumbos nos dirigen a destinos impredecibles e impensables con la apertura de nuevos horizontes en el panorama internacional, con cambios profundos y transformadores.
Nuevos tiempos con modas, prácticas, tecnologías … con vigencias cada vez más cortas y que una vez en el hacer y quehacer, ya están preparadas para salir ante otras más avanzadas. Es un cambio constante con exigencias que crecen y evolucionan a un nivel exponencial y inimaginable. Estos escenarios, demandan una gran capacidad de aprendizaje veloz, rápido y efectivo. Por ejemplo, estar sobre un avión en diseño y construcción y sobre la dinámica, aprender cómo piloto y además, hablar con los tripulantes y entrenarlos, y cumplir con las medidas preventivas y de seguridad hacia los pasajeros, resaltando las novedades en el diseño. Todas las actividades en paralelo y solapadas que exigen atención y precisión, sin perder la cordura y demostrando, eficiencia con altos estándares de desempeño.
No es la inteligencia artificial, es la inteligencia humana de alto potencial, con la máxima acumulación de conocimientos y datos, que al integrar con pensamientos divergentes, creativos e innovadores, sorprenden y reflejan ante las mentes brillantes de estos tiempos, el perfil de nuevas generaciones de jóvenes, que demuestran a muy corta edad, sus grandes talentos para auto realizar sueños, con altas expectativas profesionales, y además demostrando una profunda comprensión, en la cual el planeta reclama mayor conciencia para sostener nuestra verde naturaleza.
Los modelos educativos tradicionales de repetición y memorización. Así como, estandarizados con preceptos de la organización científica del trabajo, ya no tienen sentido, son tiempos para desarrollar mentes brillantes con pensamientos de constante evolución ante lecturas diversas, conocimientos de ciencias integradas y complementarias, e intercambios de experiencias que llevan a la práctica, el desarrollo de inteligencias múltiples con proyectos desde etapas tempranas de formación y con indicadores, que demuestran el desarrollo y dominio de competencias en gestión de la creatividad e innovación.
Las escuelas, deben ser centros de enseñanza y de creación del conocimiento, para desarrollar y maximizar la potencialidad temprana, de generaciones futuras, preparadas para crear e innovar de forma constante.
La potencialidad en su máxima expresión se logra en etapas tempranas de formación pero calibrando con juegos, proyectos y aventuras, a los fines de complementar con felicidad y disfrute, el desarrollo de niños sanos de forma integral y permita, que estas nuevas generaciones de superdotados estén en capacidad de afrontar y enfrentar, el presente y el futuro de la convivencia humana de ciudadanos para un mundo sin fronteras.
No es desarrollar autómatas humanos sino humanos con valores y más sabios, sensibles, versátiles, flexibles y con perfil de súper héroes de espíritu colectivo, para configurar una nueva sociedad sobre los efectos de la evolución tecnológica, la cual como medio contribuye con el desarrollo de la nueva humanidad.
Es tener conciencia de nuestra naturaleza y de la importancia de la vida sustentable y sostenible, en un mundo más feliz, equilibrado y calibrado.
Esta semilla ante esta nueva realidad, está germinando en China y es la inspiración para retomar, luego de unos cuantos años, la práctica de redactar artículos en Gestión del Talento Humano.
Los jóvenes universitarios en China enfrentan grandes presiones, no sólo por las demandas y ofertas competitivas de mil trescientos millones de personas, sino por los cambios profundos de la educación primaria y secundaria que se están gestando en estos momentos. Los niños desde etapas tempranas, se están formando cómo políglotas, con pensamientos multiculturales y preparados para representar al país que emerge y se posiciona como primera potencia.
En el desempeño del rol de profesor universitario en China, enfrento el gran reto de interpretar, comprender y orientar a esta nueva generación, que aunque sean pocos, adquieran una mayor conciencia, sin stress y con inteligencia humana para emerger como la generación feliz, multiplicadores de la riqueza multicultural, de países y continentes, integrados.
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