La historia de la humanidad está extensamente documentada sobre la evolución y retroceso de países, regiones, continentes, culturas e inclusive personajes con estereotipos definidos, que no fluyen en los ambientes sociales abiertos y diversos. Así como empresas y organizaciones, inflexibles y con altas dosis de culturas tradicionales, fundamentadas en prejuicios. Estas por su perfil acartonado y cerrado, han desaparecido o están en serios problemas. Situaciones o escenarios que aplican en todos los órdenes de la convivencia humana, desde ambientes colectivos hasta en lo individual y es la línea contraria, a la globalización y de ambientes multiculturales.
Los ambientes multiculturales demandan apertura, flexibilidad, comprensión e integración, reconociendo en el proceso de aprendizaje, las diferencias y semejanzas. En esta dinámica, el arte de la convivencia diversa, nos lleva a demostrar nuestro gentilicio pero a la vez, nos demanda, un espíritu colaborativo e integrador ante la diversidad de pensamientos, costumbres, hábitos, estilos, … propios de culturas distintas.
Es exponer con la ingenuidad de nuestro niño interior, la comprensión intuitiva y de percepción, a los fines de entender la diversidad para luego, capitalizar y disfrutar desde el asombro hasta la interpretación, la riqueza de culturas múltiples.
El desarrollo de las competencias en ambientes multiculturales facilitan la convivencia de la diversidad y está diversidad, genera progreso y avance en un mundo sin fronteras. Cada vez más, las empresas con perfiles globales, requieren para su excelencia, integrar profesionales y talentos de diferentes culturas y orígenes, que al compartir en ambientes colaborativos se preparan perfiles líquidos, versátiles y flexibles para operar con eficiencia y efectividad ante el cambio constante.
Oficinas abiertas donde el compartir experiencias, opiniones y sugerencias, generan que el común denominador ante opiniones encontradas y contrarias, busquen en el pensamiento divergente y creativo, las vías más innovadoras para lograr acuerdos. Estos ambientes, están en constante evolución y aprendizaje.
Esta práctica de reconocer e integrar entre los valores empresariales el sentir y el quehacer multicultural, tiende a generalizarse desde las empresas de tecnología y con presencia en todas actividades y procesos medulares así como, los procesos de soporte y ventas. De allí que los juicios y prejuicios que limitan estas dinámicas, representan la barrera que nos puede separar de la evolución de estos tiempos.
Finalmente es oportuno resaltar que estos ambientes acostumbrados a la multiplicidad de culturas, están mejor preparados para crear e innovar. Ofreciendo excelentes oportunidades de desarrollo al talento, generando además nuevas prácticas en la gestión humana, al adecuar a cada grupo de acuerdo a su origen, mecanismos de reconocimiento y compensación no monetaria. Por ejemplo, otorgar los días libres celebrados en el país de origen de sus trabajadores, respetando las tradiciones. Así como, favorecer y facilitar el intercambio lingüístico de diferentes idiomas a los fines de incentivar la comprensión de otras lenguas que llevan a la formación de profesionales políglotas.
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